domingo, 31 de enero de 2010

El comentario

Margarita Alegría de la Colina, en el concurso “Leamos la ciencia para todos”, de Fondo de Cultura Económica, considera que el comentario es un juicio, parecer, mención o consideración que se hace, oralmente o por escrito, acerca de alguien o de algo; la acción comunicativa que consiste en formular juicios, críticas o exponer opiniones propias después de comprender eficientemente un texto. Así, los comentarios se pueden clasificar en:
Especializado.- Aborda temáticas propias de un campo del saber; presenta en su desarrollo un nivel de discusión lógico y coherente, así como un alto grado de conocimiento y pertinencia en las opiniones, los juicios y las críticas expuestos.
Descriptivo.- Enuncia una opinión delineando cómo es un objeto, persona, espacio, situación, fenómeno, evento, etc.
Explicativo.- Expone las causas y consecuencias de un fenómeno o hecho, y por medio de ellas emite un punto de vista.
Comparativo.- Se estructura exponiendo una opinión al descubrir las relaciones de semejanza y diferencia entre dos o más objetos, fenómenos, hechos o personas.
Crítico.- Se escribe haciendo evaluaciones, apreciaciones y juicios de valor sobre el objeto o tema en cuestión.
Analítico.- Plantea el tema, examina sus componentes, formula una crítica y propone una solución.
Interpretativo.- A partir de un análisis de tema, con base en conceptos o categorías temáticas, infiere y deriva información no contenida en el texto leído, lo que se denomina información implícita. La pregunta para generar comentarios interpretativos es: ¿qué significa esta parte del texto?

El resumen- Macrorreglas

Resumir consiste en compactar la información que contiene un texto después de su lectura. El escrito conserva tanto las ideas como el sentido de la información presentada por el autor. Todos los modos discursivos (argumentación, descripción y narración) se pueden compactar, dependiendo de la extensión que pretenda dársele. Se define también el resumen como un texto que reelabora aquel que se pretende abreviar, reduciendo su longitud.

Para elaborar un buen resumen de cualquier escrito:
- Lee con atención.
- Disipa dudas de palabras desconocidas.
- Utiliza las macrorreglas: supresión generalización y construcción.
- Utiliza nexos que te ayuden a dar ilación a las ideas.
- Confirma que tu resumen contenga la esencia o lo fundamental del texto original y que sea breve.

Para hacerse la compactación de un texto pueden recurrirse a tres operaciones o macrorreglas:
1.- Supresión. Toda proposición o idea que no condiciona la interpretación de otra puede ser suprimida; esto es, la información accesoria que no es necesario rescatar así como las explicaciones circunstanciales, cuando no sean necesarias para la comprensión de otra parte del texto. En general, se puede afirmar que los detalles de un hecho pueden omitirse. Así, en textos de tipo narrativo, las descripciones pueden ser suprimidas, siempre y cuando no representen el meollo de la información presentada. Recuérdese que una forma de rastrear las acciones o funciones en el texto narrativo es la localización de los verbos de acción. Los verbos de estado y el uso del copretérito (resonaba, leía) o del antecopretérito (había escuchado) indican, por lo general, descripciones.
2.- Generalización. Cada grupo de proposiciones puede ser reemplazado por una proposición que las engloba, llamada macroproposición. Por ejemplo: Tomar una hoja de papel y un lápiz, reflexionar sobre el contenido y escribir una serie de enunciados son varias acciones que pueden generalizarse con la expresión: escribió una carta. O se podría utilizar la palabra juguetes, en vez de escribir: una muñeca, una pelota y un carrito.
3.- Construcción. Consiste en escribir el texto con sentido, después de aplicar los dos pasos anteriores.
Ejemplo:

EL CICLO DEL AGUA EN LA NATURALEZA
El agua existe en la naturaleza distribuida en mares, ríos, manantiales y lagos; puede cambiar de estado por la acción de diversos factores del medio, y así pasar del estado gaseoso al líquido o al sólido en una serie de transformaciones que forman un ciclo.
Ciclo es el conjunto de fenómenos que se producen en un orden determinado y continuo que se repite paradójicamente. El ciclo del agua comprende las fases de evaporación, condensación, precipitación, filtración y escurrimiento.
Durante la evaporación, el agua pasa del estado líquido al gaseoso; este fenómeno se realiza principalmente por la acción de los rayos solares sobre las capas superficiales del agua. Al pasar al estado gaseoso, el agua sube en forma de vapor a las capas superiores de la atmósfera.
Durante la condensación, el vapor de agua, por enfriamiento, se convierte en minúsculas gotitas que se reúnen hasta formar una nube; las nubes, por la acción de los vientos, se desplazan hacia diferentes lugares y forman conjuntos que fácilmente podemos apreciar a simple vista. La precipitación se produce cuando estas minúsculas gotitas se unen y por su peso caen; la precipitación se realiza en forma de lluvia, granizo o nieve.
La filtración consiste en el paso del agua a través de la tierra; es abundante cuando cae en bosques y ayuda a construir depósitos de agua subterráneos. Las corrientes que se forman brotarán en manantiales que permitirán satisfacer necesidades humanas.
En la fase de escurrimiento una parte del agua que cae, corre de las partes altas a las bajas, formando los ríos y los arroyos que llegarán al mar. De esta manera se cierra el ciclo del agua.

1) SUPRESIÓN:
EL CICLO DEL AGUA EN LA NATURALEZA
El agua existe en la naturaleza distribuida en mares, ríos, manantiales y lagos; puede cambiar de estado por la acción de diversos factores del medio, y así pasar del estado gaseoso al líquido o al sólido en una serie de transformaciones que forman un ciclo.
Ciclo
es el conjunto de fenómenos que se producen en un orden determinado y continuo que se repite paradójicamente. El ciclo del agua comprende las fases de evaporación, condensación, precipitación, filtración y escurrimiento.
Durante la evaporación, el agua pasa del estado líquido al gaseoso; este fenómeno se realiza principalmente por la acción de los rayos solares sobre las capas superficiales del agua. Al pasar al estado gaseoso, el agua sube en forma de vapor a las capas superiores de la atmósfera. Durante la condensación, el vapor de agua, por enfriamiento, se convierte en minúsculas gotitas que se reúnen hasta formar una nube; las nubes, por la acción de los vientos, se desplazan hacia diferentes lugares y forman conjuntos que fácilmente podemos apreciar a simple vista. La precipitación se produce cuando estas minúsculas gotitas se unen y por su peso caen; la precipitación se realiza en forma de lluvia, granizo o nieve.
La filtración consiste en el paso del agua a través de la tierra; es abundante cuando cae en bosques y ayuda a construir depósitos de agua subterráneos. Las corrientes que se forman brotarán en manantiales que permitirán satisfacer necesidades humanas.
En la fase de escurrimiento una parte del agua que cae, corre de las partes altas a las bajas, formando los ríos y los arroyos que llegarán al mar. De esta manera se cierra el ciclo del agua.
NOTA: Debido a que el formato del blog no permite suprimir palabras con línea intermedia, se diferenció la supresión al no resaltarse con negrita.

2) GENERALIZACIÓN:
El agua que existe en la naturaleza puede pasar de un estado a otro.
El ciclo del agua se repite paradójicamente y comprende las fases de evaporación, condensación, precipitación, filtración y escurrimiento.
En la evaporación el agua pasa del estado líquido al gaseoso por los rayos solares, subiendo a las capas superiores de la atmósfera en forma de vapor.
En la condensación el vapor se convierte en gotas que forman nubes; cuando se unen caen estas gotas por su propio peso, es lo que se conoce como precipitación.
La filtración se produce cuando la tierra absorbe el agua.
La última fase del ciclo del agua es el escurrimiento, en donde una parte del agua cae hasta llegar al mar.

3) CONSTRUCCIÓN:
El agua que se encuentra en la naturaleza puede pasar de un estado físico a otro, formando un ciclo que se repite paradójicamente. Durante este ciclo el agua pasa primero del estado líquido al gaseoso (evaporación) debido al calor de los rayos solares. Después, el vapor se convierte en gotas que forman nubes (condensación), y cuando estas gotas se unen, caen por su propio peso (precipitación). Por último, una parte de esta agua es absorbida por la tierra (filtración), mientras que otra corre a través de ella para llegar al mar, que es donde comienza de nuevo el ciclo (escurrimiento).

domingo, 17 de enero de 2010

¿Cómo enseñar la asignatura que imparto?

La asignatura de Lectura, expresión oral y escrita que tengo la fortuna de compartir con los estudiantes, se ve sintetizada en uno de los temas que analizamos durante esta semana: El proceso comunicativo… la comunicación verbal y no verbal, que a veces no se desarrolla de manera efectiva porque en ella intervenimos seres humanos con diversas personalidades, cultura, contextos. Bien cita David Fragoso en su texto “La comunicación en el salón de clase” sobre la responsabilidad que nos compete: “ […] pero, ante esto, el maestro surge como una figura que propicia, promueve, media, y muchas veces más desorienta o conflictúa la relación del grupo”... El ejercer o no barreras en la comunicación depende sólo de cada uno de nosotros.

A mí me corresponde orientarlos hacia una mayor calidad en su expresión oral y escrita (además de otros tipos de lenguaje como el icónico, kinésico y proxémico), uniendo la Lingüística con diferentes áreas del saber humano de manera práctica, tarea nada fácil por el número excesivo de estudiantes por grupo, y por la heterogeneidad de antecedentes académicos de ellos mismos. Un recurso muy útil que aplico es la creatividad en los recursos e instrumentos didácticos, tendiendo hacia el interés del muchacho, y, como cita Luis ¨Pescetti “El juego es un depositario alegre, vital, lúdico de lo que hay en nosotros […] nos permite transmitir la diversión que te causó […]”, y mi premisa es: si no me gusta no creo que tampoco ellos lo disfruten, así es que trato de que las actividades que hagamos sean sobre temáticas “no tan aburridas”, más aplicables a la realidad que nos circunda (o incluso más allá, porque pertenecemos a un mundo globalizado), sin descuidar, claro, que la educación sea de un nivel medio superior.

No cabe duda de que somos seres perfectibles, pues existe gran diversidad de formas de ejercernos como moderadores pedagógicos. Las ligas que nos condujeron a la búsqueda de citas textuales que nos permitieran completar el registro de la plantilla, me han abierto aún más el panorama al respecto, y cada vez sustentan más la importancia de utilizar las tecnologías de la información en el proceso educativo. Muchas personas ya han trabajado con mucha calidad al respecto, y lo comparten a manos llenas. Espero que en un futuro no muy lejano yo también tenga el conocimiento y la capacidad de aportar al respecto… En ello andamos.

¡Saludos afectuosos en este nuevo 2010!

domingo, 13 de diciembre de 2009

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Desde Aristóteles hasta Ausubel, Piaget, Vigotsky, Gonczi, Pèrrenoud, Delors, Ana María Prieto, Vargas Beal, etc., han sido muchos los interesados en argumentar al respecto. Nosotros mismos nos hemos adjuntado a esta situación desde que la experiencia de un primer día de clases tanto como estudiantes como docentes nos presentó un aprendizaje formal. Hemos vivido la aplicación de diferentes Teorías de Aprendizaje, con mayor o menor intensidad, y entre todas es posible rescatar que no es un hecho trivial el proceso educativo, pues requiere de complementar diversas dimensiones del ser humano, como nos lo indica Gonczi: “[…] una compleja estructura de atributos (conocimientos, actitudes, valores y habilidades) necesarios para el desempeño en situaciones específicas.”

Por otro lado, el marco constructivista nos indica que “competencia es la capacidad para movilizar saberes en un contexto determinado, en la acción y con éxito, para satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y/o lograr objetivos”, y dicha competencia, “[…] está fundada en conocimientos previamente existentes en el propio sujeto, y en segundo lugar, que tales conocimientos se ven movilizados a través de modelos pero a partir de la acción que los demanda a fin de que el sujeto se desempeñe eficazmente […]” (Pèrrenoud); lo anterior, como indica Carl R. Rogers, en una situación educativa que promueva más eficazmente un aprendizaje significativo “en la que las amenazas al sí mismo del estudiante se reducen a un mínimo, y en la que se facilite la percepción diferenciada del campo de la experiencia”. Todo ello, rechaza rotundamente la trivial limitación de cuestionar contenidos cualesquiera para evidenciar o medir un aprendizaje.

Dado lo anterior, los docentes requerimos acciones que movilicen la organización de los esquemas de los estudiantes, de acuerdo a la demanda de sus intereses. Difiero así, en lo que cita Vargas Beal, “[…] que sea poco o muy significativo un aprendizaje no depende del maestro, ni de las estrategias educativas, ni del programa, ni de la institución, sino del propio interés del estudiante que por lo demás no puede ser “sembrado” como tal por el maestro”… yo considero que los docentes, los programas, las instituciones educativas sí formamos parte estructural del proceso de aprendizaje de los educandos, pues si no fuera así, cualquier forma de observar y medir contenidos sería aplicable… y ya evidenciamos que no es así.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Aprendizaje y competencias

Si tomamos en cuenta que “el aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren nuevas habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción y la observación”(1) y que una competencia es una “pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”(2), es posible estipular que ambos términos se explicitan mutuamente. Todos somos capaces de aprender, aunque nuestra metacognición sea diferente, y lo hacemos para permitirnos un desarrollo integral: cognitivo, conductual, pericial.

Dado lo anterior, las teorías de aprendizaje que considero influyen en dicho proceso son las siguientes:
* La perspectiva Conductista ha influido en el desarrollo de mis competencias docentes, por inicio, al redactar en formatos preestablecidos por mis autoridades mis secuencias didácticas, y al aplicar el ensayo-error en las mismas pues las he reforzado y repetido continuamente.
Por otro lado, ¿acaso no hemos aplicado en los estudiantes el condicionamiento operante cuando las acciones de los mismos “obtienen un refuerzo positivo” cuando les reconocemos públicamente sus logros o buenas calificaciones? O en su caso, una “enseñanza programada” al tener que identificar y nombrar los elementos químicos, los personajes y fechas de la historia, los elementos de la sangre… En fin, algo de conductista hemos conservado, aunque la propuesta es que no sea en el todo.
* A la Teoría del proceso de la información se le da cabida en el actual mundo del conocimiento pues si reconocemos científicamente que tenemos memoria a corto y a largo plazo de lo que captamos y filtramos del mundo de información que nos rodea, enlazándolo con lo realmente significativo para nosotros en su aplicación, haremos consciente este proceso para recuperar cierta información cuando nos sea necesaria.
* El Aprendizaje por descubrimiento debe formar parte activa dentro de las mismas aulas del plantel, en talleres, laboratorios, áreas verdes, deportivas e incluso áreas de exposición de prototipos, todo en aras de aplicar lo aprendido en la realidad que rodea al estudiante (una de las características principales del desarrollo de las competencias: la aplicabilidad).
* La Teoría Cognitivista reconoce al proceso mental que se encuentra detrás de cada comportamiento, por lo que a través del desarrollo de habilidades superiores del pensamiento (análisis, síntesis, manejo de la información, investigación, pensamiento crítico…) nos propone el desarrollo de competencias a través de actos didácticos asertivamente promovidos por el profesor.
* Finalmente, en lo que respecta al Aprendizaje significativo de Ausubel, éste va de la mano con el Constructivismo de Piaget y el Socioconstructivismo de Vigotsky, puesto que las competencias tienen un verdadero desarrollo al considerar los saberes previos de cada individuo, para que al hacerlos conscientes pueda confirmarlos o modificarlos dentro de un proceso organizado de aprendizaje, el cual se aplica tanto en actividades individuales como colaborativas; además, cada educando requiere de una actitud activa y de una adecuada motivación para ir construyendo su metacognición, hasta culminar con la aplicación de los saberes adquiridos; todo ello, acompañado de un profesor que le facilite tanto los recursos como las estrategias didácticas ex professo.

Así, tal vez debamos convertir nuestro quehacer educativo en una “Galatea” de Teorías educativas, cual Pigmaleón con su obra. La heterogeneidad de metacogniciones de nuestros educandos, así como de los contextos de los que preceden y en los que se desarrollan, nos obliga a aplicar múltiples teorías en la búsqueda del logro de habilidades, destrezas y actitudes que le permitan su desarrollo asertivo en el actual mundo del conocimiento.



(1) Wikipedia (2009)
(2) Diferencias de fondo entre dos acepciones posibles del término competencia

jueves, 12 de noviembre de 2009

Saludos desde "La bitácora de MiriFabi"

Sean bienvenidos colegas y visitantes en general. La Bitácora de MiriFabi (http://labitacorademirifabi.blogspot.com/) es un espacio de interacción virtual que me permitirá compartirte mis saberes, mis anhelos e incluso mis frustraciones en el maravilloso mundo de la docencia. Espacio que se verá enriquecido por tus aportaciones que generosamente te permitas compartirme. ¡Estemos en contacto!... Te espero.

La aventura de ser docente

(Enviado a la plataforma de la UPN el 4 de julio de 2009.)

Mi quehacer docente no está exento de momentos de disgusto, de agravio, de cierta frustración. ¿A qué me refiero?... a las carencias tanto humanas como de bienes muebles e inmuebles que aquejan a mi querido plantel.

Momentos de disgusto cuando falla el proceso comunicativo entre los que laboramos y “el teléfono descompuesto” entra en acción cargado de enorme cantidad de interpretaciones personales, la mayor de las veces, no propositivas. ¿Cómo armonizar un ambiente comunicativo que propone Esteve en el aula si no somos capaces de entendernos entre adultos? Tan sólo el reconocer este hecho me enoja, porque tal pareciera que no hemos “evolucionado” en nuestro desarrollo profesional y personal al no ser capaces de ni siquiera transmitirnos mutuamente mensajes precisos que coadyuven a un mejor desarrollo de nuestro plantel. Creo importante reconocer el hecho de que TODOS SOMOS IMPORTANTES, todos unidos formamos el engranaje perfecto que permite el desenvolvimiento óptimo de nuestra institución, por ello, es igual de importante que cada uno de nosotros desarrolle con amor y profesionalismo la actividad que le corresponde, para que así cumplamos y cubramos los requerimientos de los personajes principales de nuestra institución: los estudiantes.

Por otro lado, frustra un poco mi “egoísmo” de desarrollo personal y el reto de encontrar nuevos caminos de hacer pensar a mis alumnos (como cita Esteve), el hecho de no contar con un aula con recursos multimedia. Sé que mi plantel es enorme y con igual demanda, por lo que apenas han cubierto unas cuantas aulas con dichos recursos; sé que todavía tendré que esperar más tiempo para que podamos contar con la totalidad de recursos multimedia en las aulas… y me frustra no poder “aprovechar” un recurso didáctico como el video del “Mamut chiquitito” en el aula para provocar el análisis de la importancia del cuidado de la salud personal y de la toma de decisiones al respecto. ¿Qué he hecho?... Dejarlo de tarea, lo que me permite rescatar en un comentario lo planeado, pero aun así, ¡seguiré insistiendo!

Por último pero no por ello también importante: el agravio. Afortunadamente no me refiero al que pudiera vivir con mis alumnos (creo que me he ganado su respeto por el mismo respeto que les profeso, al involucrarnos ambos en su proceso de aprendizaje). Me refiero al que he llegado a vivir entre pares, entre compañeras de academia por ejemplo, cuando han insistido en que debo realizar mi acción docente en el aula de la forma que se me indique, decidido “por mayoría”. ¡Qué alivio fue leer en “La aventura de ser maestro” el que debemos “recuperar las preguntas, las inquietudes, el proceso de búsqueda. […] Para ello hay que abandonar las profesiones de fe en las respuestas ordenadas de los libros, hay que volver las miradas de nuestros alumnos hacia el mundo que nos rodea y rescatar las preguntas iniciales obligándoles a pensar”. Todo ello, iniciándolo en nosotros mismos.

Así pues, henos aquí, disfrutando el “desafío del saber y la pasión por comunicarlo”, manteniendo “en nuestra sociedad los valores de la cultura y el progreso”, enganchando a los educandos en el deseo de saber e intentando con mucho afán, nunca “dejarlos tirados conforme avanzo en mis explicaciones”.